India como refugio de China

El potencial es enorme: la renta per cápita india no es ni la sexta parte de la China. La clase media india es menor que la china y está creciendo rápido. La tasa de penetración de internet está en el 19% y no para de subir. Los viajes de las aerolíneas crecen al 20% anual. A mediados de siglo la India se convertirá en la nación más poblada con 1.600 millones de habitantes.

La debilidad bursátil china hace de la India un destino de inversión atractivo para quienes quieran emergentes. Según Morningstar, la bolsa india está infravalorada mientras que China, a pesar de la debacle reciente, está simplemente a un precio razonable. Además, el PMI chino de julio sorprendió a la baja, ya que se situó en 48,2 frente al consenso de Bloomberg (49,4).

La Asociación Mundial del Acero registró una disminución del 1,3% en la producción de acero chino en la primera mitad de año. Dicha asociación representa a 170 productores (incluyendo nueve de las diez empresas siderúrgicas más grandes del mundo), asociaciones nacionales y regionales de la industria, e institutos de investigación del acero. China sigue teniendo la producción de acero a la baja por la caída del mercado inmobiliario, persistiendo la contracción del crédito y las inversiones en infraestructuras débiles. Esto afecta negativamente la demanda de acero en la región que representa el 50% de su consumo mundial. Su industria podría haber tocado techo en 2014. Es también una consecuencia de que han estado tratando de pasar de ser una economía basada en la industria a otra basada en el consumo.

La bolsa china había recuperado alrededor del 15% de su temprana debacle de julio, antes de que el índice de Shanghai experimentase su mayor caída en un día desde 2007: cayó un 8,5% el 27 de julio. Se atribuye en gran parte a las medidas drásticas adoptadas para detener el trading de más de 1.400 empresas, a la prohibición a los principales accionistas de la venta de participaciones, a la restricción de las ventas en corto y a la suspensión de nuevas salidas a bolsa.

El beneficiario directo ha sido el mercado indio. Shanghai y Hong Kong vieron salidas récord en medio de la caída de US$2,8 billones desde el 12 de junio. Según Bloomberg, los inversores internacionales han colocado 705 millones de dólares en la India durante el mismo período, lo que ha supuesto un 7% de ganancia en el índice S&P BSE Sensex.

La desaceleración de China, que fue el impulsor del superciclo de productos básicos anterior, también ha tenido un impacto directo en los precios de las materias primas que se encuentran en tendencia a la baja. Los precios más bajos no sólo han ayudado al gobierno de la India a hacer frente a su balanza de pagos, sino que también han reducido el coste de materias primas para las empresas.

El consumo doméstico en la India revela esperanzas continuas para la historia de su crecimiento conforme el «gobierno de la mayoría» se esfuerza en reformar diversos sectores, aunque a un ritmo más lento de lo esperado.

Fuente: http://bit.ly/1Kwi2Ox

Comunicado oficial: Visa de Turismo electronica para nacionales colombianos

La visa de turismo electrónica, lanzada por el Gobierno de la India el 27 de noviembre de 2014, se ha extendido a los nacionales colombianos, con efecto a partir del 15 de agosto de 2015.

Mediante la visa de turismo electrónica, los nacionales colombianos podrán visitar India por turismo, tratamientos médicos de corta duración, visitas casuales a parientes o amigos o visitas casuales de negocios. La validez de esta visa es de 30 días y se puede aplicar a ella dos veces al año; no es extensible, excepto en casos de emergencias médicas. Los portadores de la visa de turismo electrónica podrán viajar a 16 aeropuertos internacionales de India: Ahmedabad, Amritsar, Bangalore, Chennai, Gaya, Goa, Hyderabad, Jaipur, Kolkata, Kochi, Lucknow, Mumbai, New Delhi, Thiruchirapalli, Thiruvananthpuram and Varanasi.

Los nacionales colombianos pueden aplicar a la visa de turismo electrónica en el link: https://indianvisaonline.gov.in/visa/tvoa.html.

El comercio con la India y Perú aumentaría en 50%.

El establecimiento de un tratado de libre comercio (TLC) entre la India y el Perú podría incrementar hasta en un 50% el intercambio comercial entre ambas naciones, proyectó el embajador de ese país en Lima, Sandeep Chakravorty.
Detalló que en la actualidad la balanza comercial asciende a 1,400 millones de dólares. Sin embargo, dijo que muchos productos indios llegan al Perú mediante Estados Unidos, Chile y Argentina.

Explicó que la canasta de productos peruanos es diversa y que no se basa solamente en productos terminados. Asimismo, destacó que nuestro país tiene una industria de productos para el sector automotor y de ingeniería.

Percepción

“En la India tenemos la impresión de que los empresarios peruanos ya tienen presencia en nuestro mercado. No creo que solo estén llevando materias primas, sino también productos acabados diversos.”

Refirió que con un acuerdo comercial bilateral se aceleraran los negocios bilaterales y la incorporación de nuevos productos de mayor valor agregado. “El Perú todavía no ha explorado muy bien nuestro mercado, aunque lo mismo puede estar pasando con nuestros empresarios.”

datos

El Perú tiene una población de 30 millones de personas, mientras que India tiene 1,400 millones de personas.

Para el embajador Chakravorty, se trata de una oportunidad por el amplio mercado que tiene la India y la creciente demanda de diversos productos.

Fuente: http://bit.ly/1P1wHoe

¿Somos más competitivos con un dólar tan caro?.

A medida que sube el dólar, parece que aumentan las voces que nos dicen que el dólar alto hace a Colombia más competitiva. Tanto el Presidente como el Ministro de Hacienda han resaltado esta idea en los últimos meses.

En 1994, el Nobel de economía Paul Krugman decía que este tipo de discurso no es más que una herramienta de atracción política y la tildaba como ‘la obsesión por la competitividad’. El problema aparece cuando entendemos que la realidad es muy distinta: la devaluación (exagerada) no es una bendición para el país y mucho menos la piedra angular de la competitividad. Así Krugman se oponga al discurso de la competitividad, éste nos puede dar una idea sobre el rumbo económico del país.
Recordemos que Colombia tiene un tipo de cambio flexible, es decir que el dólar fluctúa según las fuerzas del mercado y no está sometido a las restricciones cambiarias impuestas por el Estado. En macroeconomía, el mecanismo clásico que explica la alegría del gobierno se puede resumir así: La devaluación de la moneda de un país fomenta la competitividad de las exportaciones porque las hace más baratas con respecto a productos internacionales y por ende potencia el ingreso nacional.

Esta armonía teórica se puede ver incluso en parte del famoso modelo Mundell-Fleming. Siguiendo estas ideas, Colombia se beneficiaría de la depreciación del peso porque ahora puede exportar más y a mejor precio. Hasta ahí todo está bien. El problema aparece cuando examinamos algunas características de la economía colombiana y nos damos cuenta que estamos en lo que Antonio España llama un ‘espejismo temporal’ o el ‘mito de la devaluación competitiva’.

Según un reciente reporte del Dane, las exportaciones colombianas se desplomaron en 31.5% en junio, pero la teoría dice que exportamos más y a mejor precio relativo. A la vez, los precios de productos estrella como el petróleo y el carbón siguen en niveles tan bajos que Colombia ya ha perdido 20 billones de pesos provenientes de los recursos minero-energéticos. Si bien es cierto que el dólar alto puede compensar la caída de los precios, debemos mirar más allá para entender que no seremos más competitivos porque el dólar rompa la barrera de los 3.000 pesos. ¿Por qué? Miremos una anécdota histórica y unas razones.

La India como ejemplo

Durante la década de 1980, la Rupia (moneda de la India) se devaluó en casi 38% con respecto al dólar. Como India mantenía un leve control cambiario, el Banco Mundial presionaba para que se siguiera devaluando la moneda.

A pesar de la devaluación, las importaciones provenientes de países industrializados aumentaron (se supone que deben bajar). Curiosamente, el nivel de exportaciones se mantuvo estable, pero los márgenes (la diferencia entre el precio y el costo de los productos) sí subieron. La moraleja es que a pesar de tener una devaluación fuerte entre 1980 y 1986, India no se volvió más ‘competitiva’, así algunos exportadores sí se beneficiaran.

Si India es competitiva es por sus esfuerzos industriales, su (cuestionable) mercado laboral y su conquista de la oferta informática, no por una Rupia débil. Ahora revisemos por qué la devaluación no se traduce en una Colombia necesariamente competitiva.

1. Nuestras exportaciones abarcan sobre todo materias primas y recursos energéticos. Mientras que en 1995 el sector minero-energético cubría el 24.7% de las exportaciones, hoy llega esta cifra al 51%. Así la subida del dólar compense la caída de precios (más del 30% en carbón y níquel), no tiene incidencia en la estructura de las exportaciones. Si exportáramos más bienes de capital (Ej. maquinaria), ganaríamos por su valor agregado, no por la coyuntura del mercado. Por eso es delicado extender la alegría de unos pesos más por banano o carbón vendido para ponerle un velo a problemas estructurales del país.

2. La devaluación incide en la inflación, permitiendo una subida del costo de vida en Colombia. Sucede que la importación de insumos se hace más cara por la devaluación. Este aumento de precios lo resienten los importadores que tratan de volcarlos en el mediano plazo al mercado nacional. El efecto es una subida de precios en distintos sectores. Para documentar este mecanismo, se puede mirar un índice que nos da una idea sobre la inflación, tal como el IPC. Como podemos observar en este gráfico, el IPC ha venido subiendo desde el 2013 si tomamos el cambio en las cifras mensualmente.

3. Tercero, no es tan fácil sustituir importaciones. Algunos economistas dirían aquí que lo bueno es que sustituimos las importaciones caras por productos nacionales baratos. En el mundo de la economía clásica, esta brillante solución nos convendría a todos. En la realidad, no. Pensemos en que existen contratos, deudas, aspectos técnicos y factores de branding que no nos dejan reemplazar un producto importado tan fácilmente. El poder de las marcas en muchas ocasiones no permite un cambio repentino en el portafolio de una empresa. Pensemos en el productor que usa máquinas y repuestos importados para empacar dulces. Es muy difícil que este tipo de empresas de repente reemplacen sus insumos, sobre todo si existen contratos y asociaciones positivas con la calidad de la maquinara escogida. En términos técnicos, la llamada elasticidad cruzada de la demanda (la sensibilidad que tiene la demanda de un producto por un cambio en el precio de otro) no necesariamente es alta cuando cambia el precio de un producto importado.

4. Cuarto, la deuda externa se infla. Ésta última corresponde al 40% de nuestro PIB. La situación se complica si pensamos que más del 90% de la denominación de la deuda está en dólares. La consecuencia directa es que nuestra deuda externa, pública y privada, se infla automáticamente sin que recibamos nuevos recursos.

Mientras EE.UU observa ya siete años de expansión económica y la seguridad para los inversionistas que se concentrarán en EE.UU aumenta por los anuncios de la FED (se dice que subirán las tasas en septiembre), países como Colombia, Uruguay y Brasil se tratan de organizar ante la desaceleración económica. Ante este escenario, es la responsabilidad del gobierno y de los economistas aclarar que la devaluación es un cambio que puede beneficiar a algunos actores mas no uno que hace a ‘Colombia más competitiva’. Es cierto que los productos colombianos son relativamente más baratos por la devaluación y que el gobierno ha impulsado programas como el PIPE 2 para contrarrestar la desaceleración de la economía. Sin embargo, quedarnos en el argumento de la devaluación para llamarnos competitivos genera confusiones y convicciones incompletas.

En vez de unos bananos y unas uchuvas con más margen exportador, son iniciativas como las carreteras 4G, la inversión en educación, el desarrollo de apps como Platzi, diseños como ‘Berlino’, proyectos como Ruta N, la expansión de Juan Valdez y el desarrollo de la ‘marca país’ lo que posicionan a Colombia como un país que ofrece innovación y atrae inversión.

ERICK BEHAR VILLEGAS
Profesor CESA, Universidad Externado

Fuente: http://bit.ly/1f3M4QI