Con una agresiva campaña de búsqueda de inversionistas en el exterior, planes de combate a la corrupción y la burocracia, además de un desarrollado sentido del marketing, el gobierno de Narendra Modi está haciendo que la confianza de la población logre subir.
Y es que con poco más de un año en el gobierno –asumió en mayo de 2014–, Modi ha logrado situar a India en la primera fila internacional: con una proyección de crecimiento de 7,4% para 2015, ha afianzado alianzas estratégicas con Rusia y Japón, a la vez que acercado posiciones con Estados Unidos, lo que derivó en una visita de Barack Obama, a principios de 2015, a ese país.
A esta campaña en el extranjero –que en el plano regional incluye la ampliación del acuerdo comercial entre Chile e India– ha sumado un programa para bajar la burocracia, mejorar la infraestructura y combatir la corrupción, que tiene al gobierno expectante para mejorar su posición en el índice Doing Business, donde este año sólo figuraron en el lugar 142.
Se trata de un plan que también está teniendo efectos en el frente interno. India ha ido contra la ola de crisis de credibilidad que afecta a las instituciones en otros países, incluido Chile. De acuerdo al último barómetro de confianza elaborado por la consultora Edelman, India tuvo el mayor salto en confianza en el gobierno a nivel internacional: de 29 puntos porcentuales, al pasar de 53%, en 2014, a 82%, en 2015. Esto, en una categoría donde la media de confianza en las administraciones centrales fue este año de un 48%.
Es la fórmula Modi, que también ha tenido efectos en la popularidad de este mandatario. Un solo ejemplo de ello: el primer ministro tiene 13,5 millones de seguidores en Twitter y entre los líderes mundiales sólo es superado en masividad por Barack Obama, que alcanza los 61,4 millones, y el Papa Francisco, que sumando sus cuentas en diferentes idiomas, va por los 20 millones de personas que lo siguen en esta red social.
Fuente: http://bit.ly/1MKrdgQ